sábado, 6 de junio de 2009

MADRUGADA

Julio Escoto ha escrito “Madrugada”, una novela de largo aliento con sabor histórico. En esta pausada obra el lector va a encontrar a personajes con vida propia, surgidos de la imaginación o asociados a hechos y momentos de la historia centroamericana antigua y contemporánea.

El narrador pone en boca de algunos de sus personajes el discurso de la identidad catracha y el ideal inalcanzable de lo que somos y podríamos ser como pueblo. “Madrugada” se remonta a los tiempos de la emancipación de los indígenas y de los esclavos negros. Pero no se queda ahí, sino que regresa a los tiempos de la guerrilla y Los Contra, época en la cual, como todos recordaremos, sucedieron numerosos episodios de intriga, oscurantismo, miedos y tragedias lamentables.
Hay capítulos en “Madrugada” que recrean la vida y la época en que los esclavos indígenas y negros –para mí lo mejor logrado por Escoto- que abstraen los modos y costumbres de siglos anteriores, transportando al lector al mundo de la memoria del pasado, es decir, a reconstruir la historia para redescubrir su identidad. Una de las claves de lectura de la obra que podría dar mucho de sí en una tesis.
Los personajes de ficción actúan de tal suerte que nos sorprenden a lo largo y ancho de sus enjundiosos capítulos. En los tramos en los que el narrador zurce una descripción panorámica, alcanza verdaderos hitos de la imaginación, instantes en que las palabras se vuelven bellas.
Al término de mi lectura de “Madrugada” –esto no es un juicio crítico, sino un comentario de lector- concluyo que la novela es un texto sólido y de un gran alcance a nivel de composición. El despliegue fictivo es epopéyico, al grado de que el desarrollo de la obra, su densidad y extensión, requiere de una vasta pericia y dominio del género.
“Madrugada” es una novela con genialidad narrativa y de hallazgos poéticos brillantes. Hay tramos, para mi gusto y goce en la lectura, de mucha fruición y espontaneidad que pueden ser considerados sin ambages a la altura universal del idioma de Cervantes.
En mi opinión, “Madrugada” requiere de lectores iniciados, amigos de los libros y del entretenimiento y de la buena lectura, así como de los viajes de la imaginación. A la pregunta de ¿qué es “Madrugada”? hay que decir que la respuesta no se da, se halla leyendo la obra.

por Fausto Leonardo Henríquez

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